- Recientes: Si te acaba de caer vino en tu ropa, aplica un chorro de agua y luego lo cubres con sal para que absorba la mancha. Otra forma es aplicar vino blanco.Te ayudará en el momento. Al llegar a casa debes hervir un poco de leche, y sumergir la prenda en ella durante algunos minutos. Cuida que la leche no esté demasiado caliente, porque podría dañar la tela, así que lo mejor es dejarla enfriar algunos minutos. Luego saca la prenda y lava la leche con una mezcla de agua y amoniaco. De ahí puedes lavarla de forma habitual.
- Manchas de vino blanco: Como remedio de urgencia cuando el vino acaba de derramarse, espolvorea la mancha con sal fina de mesa. Si no es tan reciente y se trata de una tela resistente, lávala con agua templada y jabón. Si es delicada, frótala con alcohol antes de mojarla.
- Mantel: mejor frotarlas con vino blanco.
- En alfombras: disolver una cucharada de detergente para lana en un vaso de agua tibia, y añadir otra de amoniaco. Humedecer una esponja en esta mezcla y frotar la mancha con una esponja o cepillo. Aclarar con agua y vinagre.
- En mármol: si se limpia rápidamente, bastara con pasar un paño húmedo. Si el vino ha oscurecido la piedra, se deberá un poco de lejía diluida al 50% en agua.
- En la pared: las manchas en paredes pintadas con pinturas lavables o empapeladas se limpian con vino blanco. Los restos se eliminan con agua oxigenada mezclada con agua a partes iguales.