- Botelleros: los mejores botelleros son los de madera o los construidos con materiales que no conduzcan el calor.
- Posición: las botellas deben situarse en posición horizontal.
- Luz: debe evitarse la luz permanente y directa, por ello es importante utilizar lámparas portátiles con filamento de carbón o luces frías indirectas.
- Olores: hay que evitar que las botellas queden expuestas a olores extraños como pinturas y químicos en general
- Ruidos y vibraciones: evitarlos igualmente.
- Aireación: la aireación o ventilación del lugar donde se encuentren es un factor importante y necesario.
- Temperatura: mantener la temperatura constante entre los 10 y los 15º C, teniendo en cuenta las variaciones naturales que existen entre el invierno y el verano. Así, La temperatura mínima en invierno no debe ser inferior a 7º C y en verano no superior a los 20º
- Fluctuación térmica: los vinos han de estar protegidos de las oscilaciones térmicas, el máximo no ha de superar los 2º C de fluctuación diaria.
- Humedad relativa: conviene que la humedad relativa del aire este entorno al 70 %.
- Aireación: la aireación o ventilación del lugar donde se encuentren es un factor importante y necesario.
Tiempo que deben guardarse los vinos
Aunque se piense que un vino cuanto más tiempo esté envejeciendo más calidad tendrá, es conveniente aclarar que no todos los vinos son aptos para el envejecimiento en botellas.
Por ejemplo, la mayoría de los blancos o rosados conviene beberlos durante el año (o como máximo 2) que sigue al embotellado, ya que es en su juventud cuando mejor se aprecia todo su frescor.
Vinos en los que se aconseja su consumo en meses o semanas siguientes a su embotellado:
- Los vinos de primicia
- vinos de fermentación carbónica (beaujolais nouveau, côtes-du-rhône, primeur, cosecheros…)
- blancos armoniosos o afrutados
- tintos poco tánicos
- vinos de mesa
- vinos regionales o los vinos nuevos
Mejores condiciones para el envejecimiento:
- vinos de graduación alcohólica superior a 12,5 grados
- vinos de pH débil
- vinos con muchos componentes aromáticos y polifenoles (taninos)
- vinos con acidez elevada
Por tipo de vino, los que mejor evolucionan son:
Tintos:
cabernet sauvignon: hasta 20 años en botella
tempranillo, merlot, syrah, pinot noir: unos 10 años en botella
Blancos:
riesling, chenin blanc y chardonnay: 5 años en botella o incluso más
En cualquier caso, para vinos que vayan a estar guardados más de 10 años, se debe reencorchar la botella.
A continuación adjuntamos una guía internacional para guardar los vinos que puede servir como referencia. De todas formas, cuando hay muchas botellas de la misma cosecha, se recomienda tomar una como muestra y catarla cada seis meses para ver cuando está en su apogeo. De esta forma, si las sensaciones que se perciben son cada vez más agradables, es indicativo de que el vino sigue mejorando y cuando se perciba que va siendo más seco, más alcohólico, menos profundo y delicado, es síntoma de vejez y se aconseja consumirlo. Conviene incluso percatarse de cuándo el vino ya no puede mejorar más (de forma intuitiva) y así no consumirlo en su fase de declive.
Cuanto más tiempo tarde un vino en alcanzar su punto óptimo, mejor llegará a ser el vino, más tiempo permanecerá en él, y más tardará en alcanzar su declive.